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Salmista Cristiana Abandonó a su Esposo Pastor por Otra Mujer

Muchos cristianos que siguen de cerca la música gospel conocerán la historia de Lanna Holder, una pastora que, hace ya varios años, declaró públicamente su atracción por personas del mismo sexo.

Holder, junto a su esposa Rosania Rocha, lidera actualmente el ministerio llamado Comunidad Ciudad de Refugio, una iglesia inclusiva en Brasil. Sin embargo, pocos conocen los comienzos de su camino de aceptación personal, y menos aún el conflicto religioso que surgió a raíz de su decisión.

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Lanna sostiene que su ministerio no tiene como objetivo combatir los deseos homosexuales, y afirma que, desde su interpretación, la homosexualidad no es pecado y que la Biblia no condena explícitamente esta orientación. Tanto ella como Rosania dejaron sus matrimonios anteriores para comenzar una nueva vida juntas.

Estas posturas generaron fuertes reacciones en el ámbito evangélico. Uno de los más críticos ha sido el conocido pastor Silas Malafaia, líder del ministerio Asociación Victoria en Cristo. Al respecto, expresó:

“Lanna Holder está teológicamente muy confundida y equivocada. Cristo ama a todos, sí, pero no consiente que sigamos en el pecado. A la mujer adúltera le dijo: ‘Vete, y no peques más’”.

Malafaia reafirmó su posición doctrinal al declarar que, según su interpretación de las Escrituras, la homosexualidad es pecado, y que una persona que no se arrepiente no puede ser considerada miembro pleno de la Iglesia:

“La homosexualidad, según la Biblia, es pecado. Las personas pueden practicarla, pero no deja de ser pecado”.

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Mientras tanto, Holder y Rocha mantienen su visión opuesta. Ellas, junto con su comunidad, profesan que la homosexualidad no es contraria a la voluntad de Dios, y continúan trabajando en favor de una iglesia que incluya a todas las personas sin distinción.

Por su parte, Malafaia es enfático al advertir que los homosexuales, según su entendimiento bíblico, no heredarán el Reino de los Cielos.

“Como cualquier organización, la Iglesia tiene sus reglas. El gay es bien recibido, pero no puede ser miembro si permanece en el pecado”, concluyó.