Un brujo o sacerdote satanista decidio hacer una reunion en su grupo y fue asi que como ofrenda tomo la decision de destruir una iglesia, pero fue incapaz de resistir el poder de Dios. En vez de cumplir con su misión, terminó recibiendo a Jesucristo como su Salvador. El episodio sucedió en Iquitos, en Perú y fue notificado por Helen Williams de World Missionary Press (WMP).
La secretaria de nombre Helen aseguro que recibió un email de un amigo de Perú, el pasado domingo ,contandole que un hombre “corrió al púlpito en la iglesia para entregar su corazón a Jesús”, luego de intentar destruir la congregación en una ciudad peruana.
“Es un testimonio tremendo sobre el poder de la Palabra y de la fidelidad de aquellos que continuan predicando el evangelio delante del enemigo”, agregó Williams. El hombre dijo a los líderes de la iglesia que no podría retornar al grupo de satanistas después de haber fallado en su misión. Le permitieron quedarse en una casa segura de la iglesia.
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Luego que el grupo satanista dejó la ciudad, el hombre decidió aprender más sobre Jesús y empezó una nueva vida como cristiano. Williams ademas dijo que la ciudad de Iquitos atrae a millones de turistas todos los años por causa del “turismo espiritual”.
Una enorme cantidad de gente se reúnen en una villa localizada en la selva de la ciudad, buscando encuentros con espíritus y para experimentar una bebida peligrosa llamada ayahuasca. Pese a que el ayahuasca es una bebida relativamente “nueva”, la brujería asociada a esta es antigua, segun con un texto publicado años atras por el misionero cristiano Scott Doherty.
“Sea pobre o rico, sin instrucción o educado, joven o anciano, casi todo el mundo realizó brujerías en algún momento de su vida. La realidad es que la brujería y el ocultismo tiene una gran manifestación en Perú”, dijo Doherty.
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Sin embargo la magia negra que es la que prevalece en Iquitos no es nada comparado con el poder de Cristo. Williams dijo que la iglesia en la ciudad peruana está sanando y ayudando a las personas a ser curadas de traumas pasados y “abriendo puertas para aquellas que están luchando”.
Ella dijo que la iglesia recibe todos tipo de personas, incluyendo “mujeres que fueron maltratadas, huérfanos, jóvenes que no tienen ningún otro lugar para ir”. Williams dijo que la iglesia de Iquitos proporciona la promesa del Evangelio. “Eso realmente funciona en la iglesia y funciona en todo el mundo, porque las personas están carentes y Cristo es la respuesta para esas necesidades”, concluyó.