Una reconocida pastora hizo publico un testimonio increible, su asistente de la iglesia se acerco de manera muy brava y le dijo : “Estoy frustrado con una persona, estoy brava con esta situación y estoy enojada contigo”.
Entonces me confeso que durante los últimos 3 días ella estaba experimentando una frustración enorme en todos los aspectos de su vida. Ella dijo: “No sé lo que está pasando”. La estaba volviendo loca, molesta y, por supuesto, frustrada. Entonces le dije a mi secretaria que se trataba de un espíritu de frustración que la atacaba.
Ahora, es muy importante saber identificar un espíritu demoníaco que está intentando infiltrarse en tu vida y generararte una guerra espiritual realmente dificl.
Cuando mi asistente me dice “frustración” reiteradas veces, pude entender que un espíritu de frustración estaba atormentando su vida. Una de las formas más rápidas de combatir el reino demoníaco es escuchar las palabras que pronuncias o los sentimientos que estás experimentando.
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En el ejemplo de la secretaria (a quien no dare su nombre) , repetia la palabra “frustración” tanto en la comunicacion corta que poude identificar fácilmente lo que la estaba atacando.
Reconocer el espíritu demoníaco que te invade es importante para que sepas cómo orar en contra de él y para que no te rindas. Comienza en el reprender al diablo es tomar autoridad y control sobre nuestra vida y no ceder a las reacciones como resultado de la guerra espiritual que estamos recibiendo.
¿Cómo combatimos el espíritu que nos invade?
1-Reconocer e identificar si es un espíritu demoníaco o un patrón de comportamiento o problema de carácter. ¿Puedes controlar el sentimiento? ¿Parece ser insuperable? ¿Te atrae a pensar constantemente en ello? ¿Te agobia, te hace sentir caido y fuera de control?
2-No te rindas. Cuando recibas una emoción negativa, levantate ,por encima de la situación y elige la alegría y la felicidad, y derrota los fuertes sentimientos improductivos que vienen contra ti.
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3-Debes ser disciplinado y conquistar sus emociones. No dejes que la gente o la guerra espiritual te derriben; Cuando no nos ponemos por encima de la situación, le damos al espíritu el derecho legal de atacarnos porque no estamos haciendo nada para salir victoriosos.
4-Reprende al demonio, esto es tomar autoridad sobre él. Diga en voz alta: “Yo ordeno al espíritu demoníaco de (inserte el nombre del espíritu) que se vaya en el nombre de Jesús. Cancelo su ataque y su tarea contra mi vida. Estoy cubierto y protegido por la sangre del Cordero”.