Una pastora evangélica estaba dirigiendo un culto y fue interrumpida por un hombre y una mujer dentro de una reunión de la Iglesia Dios es Amor. El nombre de la pastora y la localidad que ocurrió el hecho no fueron detallados en el vídeo, no obstante es una situación extremadamente vergonzosa para la Iglesia. El dueño de una tienda y una cliente arriban al culto y denuncian a la pastora mostrandole el vídeo donde ella toma un celular dejado por una cliente.
Con mucha burla el propietario de la tienda pregunta si Dios estaría contento con la situación y muestra la grabación del local de ventas a la pastora que sale inmediatamente del recinto religioso y se dirige a su auto a buscar el celular para devolver la llamada .
Llama la atención la edad de la pastora que ya era una señora y aparentaba tener buenas condiciones financieras, intrigando aún más a los internautas sobre la razón que llevo a la pastora a llevarse el celular.
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La pastora intentó a toda costa contar su versión de los hechos, diciendo que encontró el celular perdido en la tienda. Por lo tanto, la cliente irritada dice que la filmación muestra a la pastora revolviendo en el móvil y colocándose en la bolsa, cuando la actitud correcta sería devolver el celular perdido a la tienda.
En el sonido se escuchan las frases “Gloria a Dios y aleluya” dichos de forma irónica por el propietario de la tienda, la pastora acabó siendo avergonzada frente a toda la membresía que estaba en el culto. En realidad, el propietario alegó que su revuelta sería principalmente por haberse llevado el celular. Y ver a la pastora predicando normalmente la noche después de tomar un celular ajeno durante el día, era algo indignante para él.
Sin embargo, según la pastora, ella se llevó el teléfono a su hogar ya que consideró que era el suyo, pues era del mismo color que la cliente había dejado. La Mayoría de las redes sociales acabaron defendiendo a la pastora por demostrar señales de mal carácter.
Ellos cuestionaron el hecho de que la pastora no apagara el celular y aguardara una llamada de vuelta, pues quien roba apaga después el aparato.
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Otros todavía creen que fue un engaño.
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