El presidente Donald Trump se dirigió esta mañana al desayuno nacional de oración en el hotel Hilton de Washington, reafirmando sus políticas pro vida.
“Todos los niños, nacidos y no nacidos, están hechos a la santa imagen de Dios”, dijo Trump, reiterando una línea que le dijo a la nación durante el discurso del Estado de la Unión el martes.
“Desde la fundación de nuestra nación, muchos de nuestros grandes avances, desde obtener nuestra independencia hasta la abolición de los derechos civiles, hasta extender el voto por las mujeres, han sido dirigidos por personas de fe y han comenzado a orar”, dijo Trump.
El Desayuno Presidencial de Oración, ahora el Desayuno Nacional de Oración, comenzó bajo Dwight D. Eisenhower hace más de 65 años. Desde 1953, el Congreso y los cristianos evangélicos se han reunido el primer jueves de febrero para discutir el papel de la fe en la vida pública.
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Según USA Today, el evento también ofrece una rara oportunidad para que los presidentes oren, pidan oraciones y hablen en términos personales sobre el papel de la oración en sus propias vidas.
En el desayuno de oración del año pasado, Trump le dijo a la multitud:
Así que hoy alabamos a Dios por lo bendecidos que somos de ser estadounidenses. En toda nuestra tierra, vemos el esplendor de la creación de Dios. A lo largo de nuestra historia, vemos la historia de la providencia de Dios. Y en cada ciudad y pueblo, vemos la gracia del Señor a nuestro alrededor, a través de un millón de actos de bondad, coraje y generosidad. Amamos a Dios Vemos la gracia del Señor en los miembros del servicio que arriesgan sus vidas por nuestra libertad. Lo vemos en los maestros que trabajan incansablemente para sus estudiantes y en la policía que se sacrifican por nuestras comunidades, y sacrifican lo que hacen. Y vemos la gracia del Señor en las mamás y papás que trabajan en dos y tres trabajos para darles a sus hijos la oportunidad de una vida mejor, mucho más próspera y más feliz.
Como la Biblia nos dice, porque somos obra de Dios, creados en Jesucristo para hacer buenas obras. Los héroes de América se elevan a este llamado. En sus acciones desinteresadas, revelan la belleza y la bondad del alma humana.