La FAMOSA Y CONOCIDA maestra de la Biblia Joyce Meyer renunció en estos dias a las enseñanzas del evangelio de la prosperidad en el transcurso de una ministración reciente, donde ella asumió que sus ideas de prosperidad bíblica habían terminado quedando “fuera de equilibrio” con las palabras sagradas de la biblia.
En cambio, Meyer asegura que la Biblia asegura que viviremos con problemas, los solucionaremos, independientemente de cuánta fe tenga cada persona, y los salvos no pueden tan solo creer en dinero para su camino hacia el éxito.
“[En] el movimiento de la Palabra y la Fe en los años 60 y 70, [había] mucha enseñanza sobre la prosperidad”, publico Meyer. “Le agradezco a Dios por eso. Dios tocó mi vida en aquel entonces de una manera poderosa porque sabía que fui salvo por gracia, pero no sabía nada acerca de usar mi fe para otra cosa que no fuera la simple salvación. La fe es algo que Dios te da. que necesitas usar y liberar en tu vida. Es una fuerza poderosa, pero no es solo automática. Pones tu confianza en Dios. Pones tu fe en Él “.
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La biblia dice sobre los conceptos malinterpretados a favor de la prosperidad : disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.1 Timoteo 6:5
La profesora asegura “Me alegro por lo que aprendí sobre la prosperidad, pero se salió de balance. Me alegro por lo que aprendí sobre la fe, pero se salió de balance. Así que cada vez que alguien tenía un problema en su vida fue porque no tenían suficiente fe. Si se enfermó, no tuvo suficiente fe. Si su hijo murió, no tuvo suficiente fe. Bueno, eso no es correcto. No hay en ninguna parte de la Biblia donde “Nos prometen que nunca tendremos ningún problema. No me importa cuánta fe tengas. No vas a evitar tener problemas en tu vida”.
La Biblia resume:
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Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. 1 Timoteo 6:9-11