Una de las ultimas condenatoria final del fallecido físico Stephen Hawking, fue: “Dios no existe”.
El famoso físico teórico murió en marzo de este año a la edad de 76 años, pero dejó atrás algunas predicciones realmente sorprendentes en su último libro, que acaba de ser publicado.
Una de sus audaces predicciones en su libro titulado Respuestas breves a las grandes preguntas fue que Dios no existe.
Describió su afirmación de que no hay vida futura o poder superior como una “realización profunda”.
Hawking escribió en el libro recién publicado: “Somos libres de creer lo que queremos, y mi opinión es que la explicación más simple es que no hay Dios.
Nadie creó el universo y nadie dirige nuestro destino.
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“Esto me lleva a una comprensión profunda: probablemente tampoco haya cielo y vida después de la muerte.
“Creo que creer en la vida después de la muerte es solo una ilusión.
“No hay evidencia confiable de ello, y se enfrenta a todo lo que sabemos en la ciencia. Creo que cuando morimos volvemos al polvo.
“Pero hay una sensación de que vivimos, en nuestra influencia y en los genes que transmitimos a nuestros hijos”.
Una de las otras predicciones que reveló el profesor Hawking es su creencia de que una generación de superhumanos algún día habitará la Tierra.
El difunto físico sugirió que se podría desarrollar una nueva raza de superhumanos a partir de personas ricas que editan su ADN y el de sus hijos.
Escribió: “Estoy seguro de que durante este siglo, las personas descubrirán cómo modificar tanto la inteligencia como los instintos como la agresión.
“Las leyes probablemente serán aprobadas contra la ingeniería genética con humanos.
“Pero algunas personas no podrán resistir la tentación de mejorar las características humanas, como la memoria, la resistencia a las enfermedades y la duración de la vida.
“Una vez que aparezcan tales superhumanos, habrá problemas políticos importantes con los humanos no mejorados, que no podrán competir.
“Presumiblemente, morirán o dejarán de ser importantes. En cambio, habrá una raza de seres que se diseñan a sí mismos y que están mejorando a un ritmo cada vez mayor “.
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Dicho Profesor, murió a la edad de 76 años en las primeras horas del 14 de marzo después de una larga batalla con la enfermedad de las neuronas motoras.
Sufría de una forma rara de inicio lento de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de la neurona motora o enfermedad de Lou Gehrig.
Fue diagnosticado con enfermedad de la neurona motora en 1963 a la edad de 21 años.
Los médicos esperaban que viviera solo dos años más, pero tenía una forma de la enfermedad que progresaba más lentamente de lo normal.
