El mes pasado, el líder de la megaiglesia de Texas Joel Osteen fue consultado en el programa “Sunday Morning” de CBS News si se considera “como si estuvieras engañando a la gente al no predicarles sobre la parte del Infierno o la parte del arrepentimiento”.
Osteen explicó enfáticamente que “No, realmente no lo hago, porque es un enfoque diferente” y ademas “digo que la mayoría de la gente es golpeada por la vida, ya se sienten lo suficientemente culpables”.
Conforme a este pensamiento es muy claro entender lo que todos los apostoles de la prosperidad creen y que solo el materialismo es lo que anhelan sus corazones.
Analicemos a continuacion cuales son los cinco versículos bíblicos que un ministro de la prosperidad jamás predicará en su iglesia.
1. Apocalipsis 21: 8
Pero en cuanto a los cobardes, a los infieles, a los detestables, a los asesinos, a los inmorales, a los hechiceros, a los idólatras ya todos los mentirosos, su porción estará en el lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte.
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2. Marcos 9: 43-48
Y si tu mano te hace pecar, córtala. Es mejor para ti entrar en la vida lisiada que con dos manos para ir al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie te hace pecar, córtalo. Es mejor para ti entrar en la vida cojo que con dos pies para ser arrojado al infierno. Y si tu ojo te hace pecar, arráncalo. Es mejor que entres en el reino de Dios con un ojo que con dos ojos para ser arrojado al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.
3. Mateo 13: 41-42
El Hijo del Hombre enviará a sus ángeles, y recogerán de su reino todas las causas del pecado y todos los quebrantadores de la ley, y los arrojarán al horno ardiente. En ese lugar habrá llanto y crujir de dientes.
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4. Juan 8:44
Tú eres de tu padre el diablo, y tu voluntad es hacer los deseos de tu padre. Él era un asesino desde el principio, y no tiene nada que ver con la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, habla por su propia naturaleza, porque es un mentiroso y el padre de la mentira.
5. Ezequiel 18:20
El alma que peca morirá. El hijo no sufrirá por la iniquidad del padre, ni el padre sufrirá por la iniquidad del hijo. La justicia de los justos será sobre sí misma, y la maldad de los impíos será sobre sí mismo.