Un reciente estudio concluye que el planeta Kepler 186f es mucho más parecido al nuestro de lo que se pensaba.
Se trata del planeta más pequeño descubierto que orbita dentro de la zona de habitabilidad de su estrella, aunque en su zona más externa. Similar a la órbita de Marte con el Sol, pero con un periodo orbital menor de 129,9 días. Su temperatura es de -46 ºC de media, suponiendo una atmósfera como la de la Tierra. Su índice de similitud a la Tierra es de un 64 %, igual que Marte. Sin embargo, si su atmósfera fuera más densa, su temperatura sería mayor. Por otro lado, aunque orbite una estrella enana roja, puede estar lo suficientemente lejos para que el efecto de anclaje por marea no se produzca, y el planeta pueda rotar
Al ser un planeta similar en tamaño al de la Tierra, de ser rocoso y con océanos, su gravedad se espera que sea similar a la de la Tierra.
Algunos cientificos del Instituto de Tecnología de Georgia (EE.UU.) han encontrado nuevas evidencias que apuntan a que un exoplaneta ya descubierto podría albergar vida, según se desprende del nuevo estudio, cuyos resultados recoge Georgia Tech.
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El Kepler 186f, descubierto en el año 2014, es el primer planeta de tamaño similar a la Tierra que fue descubierto en la zona habitable de una estrella.
De acuerdo a las declaraciones de los científicos con ayuda de simulaciones, este cuerpo celeste tiene la misma inclinación axial estable que la Tierra, lo que apunta a un eventual cambio regular de las estaciones y a la estabilidad de las condiciones climáticas en dicho planeta, factor clave para surgimiento y mantenimiento de la vida.
Las investigaciones precisa que la inclinación axial, tanto de la Tierra como del Kepler 186f, es de unos 23 grados. De esta forma, ahora los científicos tienen más evidencias de una presencia de vida en este planeta.
Ciertamente en el 2014, los astrónomos descubrieron que el Kepler 186f se encuentra en la zona habitable de su estrella, es decir, a una distancia de su sol le permite tener una temperatura moderada necesaria para la existencia de agua en forma líquida en su superficie.