Rusia ha ofrecido a EE.UU. un ultimátum cumplir sus amenazas y dar comienzo a una guerra nuclear o “aceptar el hecho de que el mundo no es un monopolio y que empice a integrarse en el nuevo formato, cesando de atacar Siria”.
Rusia suspendió el pasado miércoles la cooperación con Washington en tema de investigaciones nucleares y energéticas a causa de la “aparición de una amenaza a la estabilidad estratégica como resultado de los actos poco formales y agresivos de EE.UU para con Rusia, como también por la incapacidad de EE.UU. de concretas los compromisos arreglados respecto a la destrucción del plutonio de uso militar excesivo”.
Esto está seguramente relacionadocon la decisión de EE.UU. de romper los lazos con Rusia en Siria. En un actual artículo de RIA Novosti,el analista Rostislav Íshchenko señala estas y otras preguntas surgidas al publicarse la noticia.
El analista dice que, para”comprender la magnitud de lo ocurrido” es imprescindible tener en cuenta que el presidente ruso, Vladímir Putin, no solo ha suspendido el apoyo a Washington, sino que ademas también anunció la chance de reanudarla con algunas condiciones:
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Cancelación de todas las sanciones de Estados Unidos contra Rusia.
Liquidacion de una indemnización por los daños padecidos por Rusia en motivo de las sanciones y las contrasanciones.
Eliminación de la ‘ley Magnitsky’.
Reducción de la presencia militar estadounidense en Europa del Este.
Dejar definitivamente la política de confrontación con Moscú.
Segun el autor del artículo, solo hay una palabra especifica para definir la esencia de los requisitos de Putin: “Ultimátum”.
“Putin ha humillado intencional y deliberadamente a EE.UU.”, dejando constancia que se puede dirigir contra Washington “en un tono aún más duro que Washington solía hablar con el resto del mundo ” asegura el especialista.
Íshchenko, asegura que desde hace tiempo EE.UU. ha intentado intimidar a Rusia “de manera informal” con una posible batalla nuclear, mientras que Moscú demostró que tambien está preparada para este escenario y que no va a retirarse.
En este último tiempo, dichas amenazas “han llegado a un punto extremadamente peligroso”, en el que cualquier detalle “puede provocar un ‘Armagedón nuclear”, asegura el analista.
Moscú ha dado el primer paso, continúa, no obstante, en vez de amenazar a EE.UU. con una guerra, le ha dado la oportunidad de dar “una respuesta política y económica dura”, posible de “hacer pedazos la economía y el sistema financiero en Washington”.