El cristianismo se construye principalmente sobre dos fundamentos: Jesús es Dios y la inerrancia de las escrituras. Nos exhorta a mantenerse en paz con todos los hombres, incluso con aquellos que tienen creencias diferentes. Sin embargo la Biblia también nos anima a presentar con audacia y seguridad una base bíblica para la verdad y comparar las diferencias.
No se trata de discutir, sino que es necesario ver a la gente experimentar una relación apasionada con Jesús. Pese a que muchos aplauden la audacia, si se dice la verdad, la vida sería mucho más fácil si tomaba otra vocación y evitaba la controversia. Sin embargo no es posible.
Dios cambió tajantemente nuestra vida mediante el poder de Su Espíritu a través de Su verdad. Su Palabra es como un fuego en nuestros huesos (Jeremías 20: 9). La vida es un campo de batalla, no un patio de diversión.
¿Quién es Jesús? Cómo responder a esta pregunta es la diferencia entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el cielo y el infierno.
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Cuando se le hizo esta pregunta, el apóstol Pedro dio la respuesta correcta: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).
Nadie viene al Padre sino por medio de Él (Juan 14: 6).
Entendamos la Inerrancia de la Escritura.
El catolicismo romano promueve la sumisión a las enseñanzas del Papa, los obispos y las tradiciones sagradas que a menudo sustituyen a las Escrituras.
Todos tenemos amigos mormones, pero hay algunas claras diferencias. Los Mormones se refieren a la Biblia, pero se refugian principalmente al Libro de Mormón. El desafío de creer tanto en la Biblia como en el Libro de Mormón es que Jesucristo y José Smith no pueden tener razón: se contradicen entre sí a cada paso. La doctrina mormona enseña que las palabras inspiradas de sus profetas “humanos” se convierten en escritura; Por lo tanto, reemplazan a la Biblia. Luego de muchos años de decir: “Quiero dar mi testimonio de que sé que esta iglesia es verdadera … Sé que nuestro profeta es un verdadero profeta de Dios”, se abraza con anhelo pero rara vez se desafía.
Los Testigos de Jehová, a través de La Traducción del Nuevo Mundo, afirman que su versión de la Biblia es la verdadera y exacta. No obstante, los traductores no eran eruditos ni siquiera teólogos bíblicos. David Reed, ex-Testigo, dice que la Traducción del Nuevo Mundo nació en 1961 con el único propósito de eliminar la deidad de Cristo.
El cristianismo descansa en la palabra escrita de Dios solamente. La Biblia es nuestra infalible regla de fe, lo único necesario para darnos el conocimiento seguro del Evangelio: “Toda Escritura es inspirada por Dios, y útil para la doctrina, para la corrección, para la instrucción en la justicia” (2). Timoteo 3:16). No podemos sumar ni restar.
Debemos recordar que sólo hay Redención a través de Cristo solo.
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Los mormones creen que Dios fue una vez como nosotros, y ahora es un hombre exaltado, y que los hombres pueden convertirse en dioses. El profeta José Smith se refiere a esto como “el gran secreto” (Times and Seasons 5: 613, agosto de 1844). También afirman que la pareja matrimonial de Dios es nuestra madre en el cielo; Nosotros somos sus hijos espirituales; Buenas obras son necesarias para la salvación. Si no hubiera sido por José Smith y la restauración de la verdad, no habría salvación. No hay salvación fuera de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Doctrina Mormona, p.670).
Los Testigos de Jehová creen que la salvación viene a través de las obras y no sólo de la fe. Jesucristo era un hombre perfecto; Un ser creado como nosotros. Según Juan 1: 1, en su Biblia, Cristo es “un dios”, pero no “el Dios”. No creen en todo lo que Jesús afirmó acerca de sí mismo. La Nueva Traducción Mundial y la Watchtower tratan sistemáticamente de eliminar la evidencia de la deidad de Cristo.
El cristianismo histórico enseña que Jesús es un Salvador suficiente. Cada vez que minimizamos el trabajo terminado de Cristo en la cruz, estamos en un terreno muy peligroso. El cristianismo histórico cree que Jesús es la única manera, la única verdad, y la única vida. Nadie viene al Padre sino por medio de Él (Juan 14: 6). Él no es un “dios”; El es Dios. Estamos totalmente perdonados cuando nos arrepentimos y confesamos a Cristo como Señor. No queda castigo (ver Romanos 3: 24-25).
Dios el Padre nunca fue como nosotros y nunca seremos como él. Esta peligrosa vista exalta al hombre. Si una persona afirma que un “mensajero de luz” se les apareció con una nueva verdad, debemos apuntarles a las palabras de Pablo: “Pero aun si nosotros o un ángel del cielo os predicamos un evangelio contrario a lo que hemos predicado A vosotros, será maldito “(Gálatas 1: 8).
Cristo es el único Jefe de la Iglesia. No necesitamos un mediador adicional; Jesús es nuestro mediador y sacerdote (Hebreos 4:15). No necesitamos pertenecer a ninguna Iglesia, o Sociedad, para ser salvos. La salvación viene solamente por medio de Cristo: “Porque por gracia sois salvos por la fe, y eso no de vosotros, es don de Dios” (Efesios 2: 8).
Podemos estar delante de Dios porque nuestra deuda de pecado es pagada en su totalidad … ningún intercesor, mediador, penitencia o obra puede agregar a la obra terminada de Cristo en la Cruz.
Romanos 10: 9 declara: “Si confiesas con tu boca al Señor Jesús y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo”. ¡Esta verdad es verdad!
Católico, Protestante, Mormón o Testigo de Jehová, ¿realmente le conoce? No viva su vida con un signo de interrogación aquí.