Los principales nominados para los cargos de seguridad en la administración del presidente electo Donald Trump comparecieron ante el Senado el miércoles para sus audiencias de confirmación.
Antes de su audiencia, la aspirante a Fiscal General, Pam Bondi, compartió un momento de oración con Paula White, reconocida líder cristiana.
Al iniciar el procedimiento, el senador Chuck Grassley, republicano de Iowa, expresó su firme respaldo a la nominación de Bondi, destacando su experiencia y liderazgo.
“Su desempeño como fiscal general, fiscal y líder comunitaria dicen mucho sobre su carácter y su compromiso con el estado de derecho”, afirmó Grassley.
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En una sala repleta de partidarios, entre ellos 16 miembros de su familia, la exfiscal general de Florida argumentó su capacidad para fortalecer la seguridad en Estados Unidos.
“Mi principal objetivo será devolver al Departamento de Justicia su misión fundamental: mantener seguros a los estadounidenses y perseguir enérgicamente a los criminales. Eso incluye abordar las pandillas, las drogas, los cárteles terroristas, nuestra frontera y nuestros adversarios extranjeros”, declaró Bondi.
Durante la sesión, senadores demócratas la cuestionaron sobre su postura respecto a las elecciones de 2020. El senador Dick Durbin le preguntó directamente si creía que Joe Biden había ganado legítimamente.
Bondi respondió haciendo referencia a sus experiencias en Pensilvania, insinuando que había presenciado irregularidades que podrían haber afectado la integridad del proceso electoral.
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Otro punto de debate fue su relación con Trump y cómo esta podría influir en su capacidad para supervisar el Departamento de Justicia con independencia. El senador Sheldon Whitehouse insistió en la importancia de que Bondi pudiera contradecir al presidente si fuera necesario para defender la Constitución y la imparcialidad del departamento. Ante esto, ella prometió actuar con independencia y objetividad.
En su intervención final, Bondi hizo un llamado a la unidad y a la justicia imparcial. Su candidatura recibió elogios de senadores republicanos como Lindsey Graham y Ted Cruz, quienes destacaron su trayectoria y competencia, sugiriendo un fuerte respaldo dentro del partido.
